En un momento en que muchas reformas sociales parecen naufragar en el Congreso, el presidente Gustavo Petro ha lanzado una propuesta directa al pueblo colombiano: una consulta popular que permita decidir sobre 16 temas esenciales en materia laboral. La iniciativa surge tras el archivo de la reforma laboral, la negación de la propuesta inicial de consulta popular y busca restituir derechos que han sido debilitados durante años por políticas regresivas.
La consulta, pondría en manos de la ciudadanía temas como la jornada laboral de 8 horas, el pago justo por trabajo en festivos, la formalización de trabajadores informales, la protección de quienes laboran en plataformas digitales y la creación de un bono pensional para campesinos.
Entre los puntos más destacados, se encuentra la propuesta de eliminar la tercerización laboral, asegurar contratos a término indefinido como norma general y garantizar licencias por razones médicas o menstruales. También plantea incentivos reales para MIPYMES y el reconocimiento laboral a aprendices del SENA y otros oficios históricamente marginados como el trabajo doméstico.
¿Por qué es importante?
Porque es una oportunidad histórica para corregir el rumbo de décadas de precarización. Gobiernos anteriores desmontaron lentamente los derechos laborales: flexibilización del empleo, reducción de garantías, expansión de la tercerización y abandono del campo. Hoy, esta consulta puede revertir esa tendencia.
Para la juventud, significa un horizonte más justo y digno: contratos estables, acceso real a seguridad social, inclusión en la economía formal, y un país que valore su trabajo en lugar de empujarla a la informalidad o al exilio forzado por falta de oportunidades.
Más democracia, más justicia social
Este mecanismo de participación no es solo una herramienta jurídica. Es una declaración política: el pueblo colombiano tiene derecho a decidir sobre el país que quiere construir. Y ese país no puede seguir funcionando a costa del sacrificio de millones que trabajan sin garantías.
Respaldar esta consulta es, en esencia, votar por la vida digna, el futuro y la recuperación de lo que nunca debió ser arrebatado.
